Una nueva oportunidad

Siento que muchas veces nos pasa que por la ansiedad de querer todo ya solemos llenarnos de elementos y objetos en nuestras casas que muchas veces no son de utilidad.

Se los digo porque lo viví en carne propia, en el departamento donde vivía antes ni bien me mude me acuerdo que me desesperaba no tener las cosas que me gustaban. Y por el afán de llenar y llenar compré muebles y objetos de mala calidad, solo por tener la casa lista.

Moraleja, date el tiempo, disfrutá del proceso.

En esta nota les vengo a contar lo que me pasó con la cocina, me mudé hace 8 meses y desde el día uno quería tener una repisa para poner la vajilla que más uso a mano.

No me divierte tener que estar abriendo cajones todo el tiempo. ¿Alguien como yo?

Sumado a que me encanta que algunos elementos deco que tengo se vean y sumen a la decoración de la casa.

Acuérdense que mi cocina es integrada, se ve de todos lados. Así que es clave pensar cada elemento que tengo a la vista.

Después de meses de buscar estanterías, ninguna me terminaba de cerrar. Tuve momentos de ansiedad extrema donde dije ya fue voy por esta. Pero no estaba 100% segura ,conté hasta 10 y me acordé de pensar antes de comprar y frené a tiempo.

Hace unas semanas, Meibel la mamá de mi novio, me mostró esta estantería que tenía en la casa que no usaba más. Era del abuelo de mi novio, estaba en su cuarto.

La vi y dije, voy a probar dándole otra oportunidad.

Así que puse manos a la obra, compré una lija gruesa y arranque de a poco. A la mitad de camino, después de unas cuantas horas me di cuenta que la clave es tener un removedor en gel bueno. Que te ahorra muchísimo tiempo y trabajo. Así que seguí con eso.

¡Y termine con un amolador eléctrico que fue la gloria!

Pensaba pintarla del color de la pared, compré la pintura y todo. Porque jamás pensé que el color de la madera debajo de tantas capas de pintura iba a ser tan lindo.

Real estoy feliz de la vida, quedó soñado.

Siento que estos elementos con historia le dan una calidez extra a una casa.